Algo triunfa!
¿Qué es? ¡La ciencia ficción!
No empecéis a darme la charla sobre las cancerosas cifras de venta de las colecciones especializadas. Olvidaos de la muerte de las revistas dedicadas al género. ¡Abrid los ojos! ¡La ciencia ficción está en la calle! ¡Está en los carteles de cine, en los juguetes de tu hermano pequeño, por todas partes, ¡aqui está de nuevo!
Lo más cómico es que la intelligentsia se relame de gusto con las novelas policíacas («duquesa ¿sabia usted que el número 62 de la serie negra no estaba en cartoné? Aaaah!»), justo en el momento en que un extraterrestre repelente (pero simpático) se convierte en la estrella de cine más adulada del mundo!
Habéis leído bien, no es ninguna broma: en el hit-parade de los chavales, el extraterrestre «E.T.» ha destronado a «Mickey Mouse»
No exagero, sabéis que no es mi estilo. En los estudios Disney ya se esperaban el golpe, claro. Hace cuatro años ya, desde «Stars War» concretamente, que en el departamento de marketing se hizo sonar el timbre de alarma: los «Aristogatos» tenían contados sus días «No offense!» Pero los chavales, esos satánicos derrochadores de calderiila, se aburren con nuestras películas. Nuestro planeta les resulta estrecho. Exigen el cosmos Estrellas, robots, cohetes. Inmediatamente, tan pronto como se diagnosticó, se rodó «El agujero negro», que continúa en mis archivos como una de las pocas peliculas que nadie nunca, en ningún sitio, ha intentado deferder.
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